La factura proforma es un documento informativo donde un proveedor detalla al comprador una oferta comercial concreta. Tanto su formato como los datos que contiene son los mismos que los de una factura normal pero a diferencia de esta no tiene validez fiscal ni tampoco contable. Tampoco genera la obligación de pago para el cliente que la reciba.

Si quieres información de como se hacen otro tipo de facturas.

Si no genera compromiso ni obligación de compra o venta, entonces ¿por qué se generan? En este post te explicamos cuáles son sus usos y qué modelos se pueden emplear.

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¿Para qué sirve una factura proforma?

Si eres autónomo o empresario es posible que en algún momento un cliente te pida que realices una factura proforma relativa a una transacción concreta. Lo que te solicita en realidad es un documento equivalente a un presupuesto o a una oferta comercial.

Su fin no es otro que el de aportar al cliente toda la información posible relativa a la compra que va a realizar. Se utilizan mucho en el comercio internacional ya que las partes interesadas pueden reunir en un solo documento todos los términos y condiciones de una transacción. Entre sus usos concretos está la obtención de licencias de importación, hacer operaciones de leasing o también el envío de muestras comerciales.

Otras utilidades

– conferir a un presupuesto mayor oficialidad.

– solicitar una subvención a una administración pública.

– para enviar muestras que no tengan valor comercial.

– para que el comprador pueda solicitar la apertura de un crédito en el banco.

Los requisitos de una factura proforma

Por lo general una factura proforma adopta el formato de una factura normal e incluye los mismos campos que esta. Estos son sus requisitos:

– En su encabezado debe incluir la palabra proforma. El objetivo es evitar las confusiones y que las partes crean que tienen ante sí una factura comercial.

– La fecha de emisión.

– Datos de identificación tanto del vendedor como de su cliente: nombre, razón social, domicilio e identificación fiscal. En el caso de transacciones que se vayan a realizar dentro de la Unión Europea también se debe de incluir el número de identificación fiscal comunitario.

– Descripción precisa de la mercancía. Por ejemplo su peso bruto y neto, el volumen o las unidades de producto que se vayan a vender-

– Precio unitario, precio total y la divisa cotizada.

– Los gastos de transporte y de seguro.

– Impuestos aplicables.

– Condiciones de la entrega y de pago.

– En cuanto a su numeración es importante aclarar que esta debe de ser diferente a la de una factura comercial. Se puede prescindir de este dato si se desea.

– No tienen porque estar firmadas ni selladas, a no ser que el cliente lo solicite de forma expresa.

– Se puede incluir un plazo de validez durante el cual estarán vigentes las condiciones de la oferta.

¿En qué se diferencia la factura proforma de una comercial?

Las facturas comerciales son documentos definitivos con validez legal, contable y fiscal. No se pueden modificar, a no ser que sean facturas rectificativas.

No pueden ser sustituidas por las proforma. Estas últimas son consideradas como un anticipo de las definitivas o como un borrador de las mismas. Solo en el caso de que el cliente acepte sus condiciones y su contenidos estas se podrán convertir en facturas ordinarias.

Tampoco se las puede considerar presupuestos aunque en muchas ocasiones se las identifica con estos. En el caso de los primeros sus condiciones pueden variar en futuras negociaciones.

Las facturas proforma tampoco son documentos definitivos pero en ellas subyace un pacto por el cual el vendedor o prestador de servicios se compromete a respetar las condiciones y los precios detallados. Al comprador le permite justificar ante terceros el desembolso de cierta cantidad de dinero.

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¿Tienen validez legal?

Las facturas proforma no pueden ser utilizadas como justificante de pago y tampoco comprometen al emisor. Como su carácter no es definitivo el proveedor no puede exigir que se cumpla el acuerdo. Sin embargo, existe la obligación de respetar las condiciones especificadas durante el periodo de tiempo que el documento indique.

A nivel contable tampoco tienen validez ya que se trata de facturas con carácter informativo que no se pueden usar como justificantes.

Su valor fiscal tampoco existe así que la Agencia Tributaria nunca aceptará una factura proforma como un documento válido en el caso de que haya una inspección o un requerimiento.

Los modelos

Si como autónomo o empresario estás interesado en realizar facturas proforma, en la red existen infinidad de páginas que te permitirán descargar distintos modelos según tus necesidades.  Si te vas a dirigir al mercado internacional existen modelos redactados en idiomas como el inglés o el alemán.  También podrás descargarte diferentes formatos realizados en aplicaciones como Word o Excel. Incluso es posible encontrar ejemplos de facturas proforma según la profesión que ejerzas.

¿Aún tienes dudas de qué es una factura proforma? Si es así déjanos un comentario y te las aclararemos.

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