La Ley 7/2020, de 13 de noviembre, para la transformación digital del sistema financiero, introduce diversas medidas para impulsar la innovación financiera en España. Entre ellas, sobresale la implementación de un entorno controlado de pruebas, conocido internacionalmente como sandbox. En este artículo destacamos las claves que todo CEO de una empresa fintech debe conocer sobre este espacio.
¿En qué consiste el sandbox?
Un sandbox es un espacio de pruebas supervisado diseñado para impulsar la innovación tecnológica en el sector financiero. Este entorno permite tanto a los desarrolladores de proyectos como a los reguladores examinar el efecto de nuevas soluciones dentro de un marco regulado que reduce los riesgos. Su propósito fundamental es favorecer la digitalización del sector mientras se identifican oportunidades de mejora en las normativas existentes.
Qué autoridades participan
En la Comisión participan los supervisores financieros (Banco de España, CNMV y la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones) y otras autoridades, como el Sepblac. El Tesoro gestiona las solicitudes de acceso y en función de las características de cada proyecto, lo asigna a la autoridad supervisora correspondiente, que lo evalúa y, si es admitido, monitoriza las pruebas.
Fases de un proyecto en el sandbox
El proceso se divide en cuatro fases:
- Acceso. Las convocatorias para solicitarlo son semestrales.
- Negociación del protocolo. Se establecen de forma conjunta las reglas y condiciones del proyecto piloto con la entidad supervisora.
- Pruebas. Se implementa y evalúa la solución en un entorno controlado.
- Salida. El proceso concluye con la fase de salida, donde el promotor redacta un informe detallado sobre los resultados obtenidos, y las autoridades emiten un documento con sus evaluaciones y conclusiones. Si un proyecto no supera esta fase, los promotores recibirán una serie de recomendaciones de las autoridades para adoptar nuevas soluciuones. Pueden volver a aplicar tras hacer las modificaciones necesarias.
¿Qué proyectos pueden participar?
Tal y como explican Concepción Fernández Zamanillo y Carolina Toloba Gómez en un artículo publicado por el Banco de España: «Los proyectos participantes deben suponer una innovación de base tecnológica aplicable en el sistema financiero y estar suficientemente avanzados para probarse. Adicionalmente, han de aportar utilidad potencial o valor añadido sobre las propuestas que ya existen».
Criterios de acceso al Sandbox. Fuente: Fernández Zamanillo y Toloba (2024)
No todos los proyectos innovadores deben pasar al sandbox. Se recomienda que el primer contacto con el supervisor se realice a través del canal de consultas sobre innovación financiera de base tecnológica, que permite una comunicación rápida e informal.
Pasos a seguir para la salida de un sandbox
Para completar su participación en un sandbox, una fintech debe:
- Concluir las pruebas: llevar a cabo el proyecto siguiendo las condiciones previamente establecidas.
- Preparar un informe final: documentar los resultados, los impactos y las lecciones aprendidas durante la fase de pruebas.
- Entregar el informe: presentar el documento final a las autoridades competentes.
- Recibir la evaluación oficial: esperar la publicación de un informe por parte de las autoridades con su valoración y conclusiones sobre el proyecto.
Cuáles son los beneficios para una fintech de participar en el sandbox
Los promotores que han participado en el sandbox han obtenido valiosas ventajas gracias a la colaboración con el supervisor. Este acompañamiento les ha permitido mejorar sus procesos y perfeccionar sus propuestas iniciales. Además, han logrado aclarar cuestiones regulatorias relacionadas con el Banco de España y detectar posibles obstáculos normativos en el desarrollo de sus proyectos. También han fortalecido tanto su reputación interna como su percepción ante terceros, lo que ha facilitado su acceso a inversores, clientes potenciales y nuevas fuentes de financiación.
En resumen, el sandbox refleja el compromiso de las autoridades con el impulso de la innovación en el sector financiero, ofreciendo beneficios significativos tanto a los promotores como a los supervisores involucrados.