El onboarding digital se ha convertido en una pieza clave en los procesos de captación de clientes del sector financiero. Su capacidad para agilizar la experiencia del usuario y reducir las barreras de entrada es incuestionable. Sin embargo, este mismo proceso —al permitir la incorporación remota y automatizada de usuarios— se ha convertido también en uno de los puntos más críticos desde el punto de vista de la seguridad digital.
La Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI) ha puesto el foco recientemente en esta cuestión, haciéndose eco de un informe especializado sobre ciberseguridad y fraude de identidad durante el onboarding. El documento destaca el auge del fraude basado en inteligencia artificial (IA), una amenaza creciente que afecta de forma directa a los procesos KYC (Know Your Customer) y, por extensión, a la integridad de los sistemas financieros.
El riesgo: fraude de identidad cada vez más sofisticado
En 2022, las pérdidas asociadas al cibercrimen superaron los 10.000 millones de dólares en Estados Unidos, según el FBI. Una parte importante de estas pérdidas estuvo relacionada con fraudes de identidad durante procesos de alta de clientes digitales.
Hoy, los ciberdelincuentes no se limitan a utilizar documentos robados o manipulados. La inteligencia artificial les permite generar identidades falsas verosímiles —deepfakes, documentos sintéticos, bots conversacionales— capaces de sortear controles automatizados si no están adecuadamente reforzados.
Para las empresas del sector financiero, esto representa un doble desafío: protegerse de un fraude cada vez más inteligente y, al mismo tiempo, cumplir con los requisitos legales en constante evolución.
Marco regulatorio: presión creciente sobre las empresas y sus responsables
Con la entrada en vigor de nuevas normativas como la Directiva NIS2 de la Unión Europea o los recientes requisitos de divulgación sobre ciberseguridad en EE. UU., el cumplimiento normativo ya no es solo una cuestión institucional: los CISO y directivos son personalmente responsables en muchos casos de los fallos de seguridad graves o negligentes.
En este contexto, contar con sistemas robustos de prevención y detección temprana de vulnerabilidades se convierte en una exigencia legal y reputacional, no solo tecnológica.
Soluciones: pentesting y red teaming como herramientas clave
El informe destaca dos estrategias proactivas que cada vez más empresas están incorporando en sus planes de seguridad digital: las pruebas de penetración (pentesting) y los ejercicios de red teaming.
- Pentesting: simula ataques controlados para identificar vulnerabilidades en sistemas y procesos, especialmente en el onboarding digital.
- Red teaming: va un paso más allá, reproduciendo comportamientos reales de atacantes con técnicas avanzadas, sin limitarse a un escenario predefinido.
Ambas metodologías permiten descubrir brechas que podrían ser explotadas por actores maliciosos antes de que sea demasiado tarde. Su aplicación periódica, especialmente en los puntos de entrada de clientes, se está convirtiendo en una buena práctica recomendada a nivel internacional.
La amenaza de la IA: cómo protegerse
El informe al que hace referencia la AEFI pone especial énfasis en el papel de la inteligencia artificial en la evolución del fraude. Para hacer frente a esta amenaza, no basta con controles estáticos: es necesario combinar tecnologías y procesos que refuercen mutuamente la seguridad.
Entre las recomendaciones más relevantes:
- Revisar y actualizar regularmente los procesos de onboarding digital.
- Incorporar sistemas de identificación reforzada, como verificaciones en vivo por vídeo.
- Implementar soluciones de detección de fraude basadas en IA para anticiparse a patrones anómalos.
- Auditar periódicamente los flujos KYC con pruebas de intrusión o ataques simulados.
Un ejemplo citado en el informe es el uso de herramientas como VideoIDINT de WebID, que permiten verificar la identidad del usuario en tiempo real, dificultando el uso de identidades sintéticas o manipuladas.
Más allá de la tecnología: confianza y sostenibilidad
La confianza es un activo fundamental para cualquier entidad financiera. Adoptar medidas sólidas contra el fraude no solo previene pérdidas económicas: también protege la reputación, garantiza el cumplimiento normativo y genera una relación de confianza duradera con los clientes.
Desde Finanzarel, como parte activa del ecosistema fintech español, compartimos esta visión. La transformación digital debe ir acompañada de un compromiso firme con la seguridad, la prevención del fraude y la protección de los procesos críticos como el onboarding.
Para saber más
Si quieres profundizar en las conclusiones del informe y en las herramientas recomendadas para proteger tu empresa frente al fraude de identidad, puedes descargar el informe completo en este enlace: Protecting KYC Processes from AI-Based Identity Fraud