La tasa de ahorro de los españoles está muy por debajo de la media europea

La tasa de ahorro en los hogares españoles lleva varios meses sufriendo caídas. En el último informe presentado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) se afirma que esta alcanzó durante el 2018 el 4,9% de su renta disponible, seis décimas menos que en el 2017.

Pero este no es el único dato preocupante para la economía española. El Instituto de Estudios Económicos (IEE) aseguró hace semanas que el ahorro de los españoles está muy por debajo de la media europea. Sus previsiones para este 2019 establecen, según los datos proporcionados por la Comisión Europea, que la tasa española no superará el 5,1%, 4,2 puntos por debajo de la media europea.

La tasa de ahorro bajará en toda Europa

Según ha avanzado el Instituto de Estudios Económicos el promedio europeo previsto para este año alcanzará el 9,8%, casi dos puntos menos que en el 2014.

Por encima de esta cifra están Suecia y Alemania con una tasa de 17,2%; Países Bajos y Francia con 14,7% y 14% respectivamente e Italia con un porcentaje del 10.

En la parte baja de la tabla se sitúa España, con una ahorro previsto del 5,1% y Reino Unido con un 4,5%.

En esta tabla se establece una comparativa entre las previsiones de ahorro de la Comisión Europea para este año y la tasa real que los países de la Unión alcanzaron 5 años atrás.

(Fuente: datos publicados en “European Economic Forecast, Autumn 2018”. Comisión Europea. )

Según los datos son 11 los países que se quedarán por debajo de la media prevista para este año, entre ellos España. Chipre es la nación donde el ahorro será más bajo, situándose en -8,3%.

Los españoles ahorran cada vez menos

Desde que el Instituto Nacional de Estadística empezara con sus mediciones en el año 1999 la tasa de ahorro de los hogares españoles no ha parado de bajar. El año pasado se situó en 4,9%, seis décimas menos que en 2017, convirtiéndose así en la cifra más baja de los últimos 18 años.

Aunque la renta disponible de los hogares aumentó en un 3,2%, el ahorro fue menor ya que se incrementó el gasto en un 4%.

Si tenemos en cuenta todos los datos que hay recogidos desde el año 1999, podemos observar que en épocas de crecimiento económico la tasa de ahorro tiende a bajar mientras que esta aumenta en los momentos de recesión. Esta tendencia tiene su lógica ya que el consumidor tiende a ser más precavido cuando la economía no va bien.

Gracias al ahorro se puede financiar la inversión pero con una tasa de ahorro tan baja no ha sido posible satisfacer esta necesidad. Según el informe del INE la capacidad de financiación de la economía nacional supuso el 1,5% del PIB el año pasado, cifra también inferior al 2017 que fue del 2,2%. (Traducida en euros, la economía española generó en 2018 una capacidad de financiación de 17.705 millones, 7.391 millones menos que durante el 2017).

Sin ahorro no hay crecimiento

Para que se puedan hacer realidad proyectos de inversión a largo plazo es imprescindible maximizar las tasas de ahorro. Solo así se pueden incrementar los niveles de productividad y, por lo tanto, la riqueza de una nación.

Según los expertos, en las sociedades con una economía enferma las cifras de ahorro son muy bajas ya que los ciudadanos invierten su capital en la adquisición de productos de primera necesidad. Los bienes de consumo y no los de capital son los que se llevan la mayor parte de la inversión.

La bajada de los tipos de interés por parte de los bancos también influye negativamente en que las cifras del ahorro sean menores. Si este está cada vez menos remunerado es lógico pensar que los ciudadanos prefieran invertir sus ahorros directamente en artículos de consumo.