La cuenta de resultados también llamada de pérdidas y ganancias es un documento fundamental para cualquier empresa ya que informa sobre la situación de la misma en términos de rentabilidad y garantía. Los inversores ponen su foco en ella con el fin de conocer el valor de la empresa y los deudores para saber la facilidad que tiene la empresa para devolver el dinero prestado.
¿Qué es la cuenta de resultados? ¿Por qué es importante su valor para cualquier modelo de negocio?
Cuenta de Resultados
Esta cuenta, como su propio nombre indica, muestra los resultados que ha obtenido la empresa como consecuencia de sus ingresos y gastos pero además, también proporciona información acerca de las causas de las posibles pérdidas o ganancias en un periodo determinado.
Beneficio Neto= Ingresos – Gastos
Esta sería la fórmula más básica de la cuenta de resultados. Los ingresos hacen referencia a la cantidad de dinero que ha obtenido la empresa por sus productos o servicios y los gastos, a los desembolsos en los que ha incurrido la empresa para conseguir esos ingresos.
A través de ella podemos ver como los ingresos se van transformando en beneficios una vez restados los gastos. De esta forma podemos saber cuáles son las partidas de gastos más voluminosas e intentar crear estrategias para reducirlos y ahorrar costes innecesarios.
¿Cómo se estructura la cuenta de resultados?
Ingresos o ventas netas
— Costes directos de los bienes vendidos
Margen Bruto
— Gastos generales, de administración y personal
EBITDA
— Gastos de amortización y provisiones
BAIT/EBIT (beneficio antes de intereses e impuestos)
+ Ingresos extraordinarios
Resultado Ordinario
+ Ingresos financieros
— Gastos financieros
BAT o EBT (beneficios antes de impuestos
— Impuesto de Sociedades
Beneficio Neto o Resultado del ejercicio
Siendo:
- Ingresos o ventas netas: suma de todas las ventas que ha realizado una empresa por sus bienes o servicios descontando devoluciones, bonificaciones o descuentos comerciales. Refleja los ingresos de la empresa que proceden de su actividad.
- EBITDA: indicador contable de la rentabilidad de una empresa. Se calcula a partir de los ingresos menos los gastos excluyendo los procedentes de intereses, impuestos, amortizaciones y depreciaciones. EBITDA = Ingresos — Costes de los bienes vendidos — Costes generales de administración.
- BAIT (beneficio antes de impuestos e intereses): es también un indicador de la rentabilidad de la empresa que se calcula como el anterior excluyendo gastos procedentes de impuestos e intereses. BAIT = Ingresos — Costes de los bienes vendidos
- Beneficio neto o Resultado del ejercicio: es la diferencia entre los ingresos y los gastos que tiene una empresa en un periodo de tiempo determinado, es decir, la cantidad de dinero de la que puede disponer la empresa después de haber hecho frente a sus ingresos y obligaciones.
Resultado de Explotación & Resultado Financiero
Es importante también saber diferenciar estos dos tipos de resultados.
El Resultado de explotación está formado por los ingresos y gastos procedentes de la actividad ordinaria de la empresa, por ejemplo, gastos de salarios, materias primas, maquinaria, etc.
El Resultado financiero se genera a partir de los gastos e ingresos financieros en los que ha incurrido la empresa por las inversiones realizadas o la financiación solicitada. Por ejemplo, los intereses que paga por un préstamo bancario o los dividendos procedentes de una inversión.
Para poder elaborar un balance de pérdidas y ganancias es importante tener las diferentes partidas identificadas y organizadas.
¿Cómo analizar tu cuenta de resultados?
Para poder analizar correctamente tu cuenta de resultados es importante que tengas a mano la de varios años anteriores con el fin de visualizar cuál está siendo la evolución de tu negocio.
Pon el foco en:
Cifra de ventas: ¿Qué está pasando con ellas? ¿Se han reducido, incrementado o estancado?
Margen de contribución: esto son las ventas menos los costes de aprovisionamiento. Si el margen de contribución es creciente significa que estás vendiendo más gastando menos. Si fuera a la inversa, merece la pena una revisión.
EBITDA: en términos generales este valor indica cuánto de bien o de mal lo está haciendo tu empresa. Por norma general si tu EBITDA está por encima del 20% se considera que tu negocio va bien, si está por debajo del 10% empiezan a saltar las alarmas.
Resultado financiero: es un elemento muy importante ya que una empresa puede ir bien aparentemente pero hundirse por excesivos gastos financieros.
Resultado del ejercicio: es la última cifra de la cuenta de pérdidas y ganancias, lo que queda sería para invertir o repartir dividendos entre los socios. Lo ideal es que esta cifra sea superior a cero y vaya aumentando año tras año.
Con todos estos datos confiamos en que ahora de un simple vistazo y aunque no tengas amplios conocimientos de contabilidad puedas analizar la cuenta de resultados de tu empresa de un solo vistazo.
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