La falta de liquidez es uno de los problemas que más insomnio causa a empresarios y gerentes de negocios y es que sin ella, ninguna empresa puede sobrevivir, pero ojo, el exceso de liquidez estancada tampoco resulta favorable ya que sería un indicador de escasa rentabilidad.

Uno de los motivos por los que cientos de negocios en el mundo cesan su actividad cada año es precisamente por la falta de liquidez. Una empresa puede reflejar en su balance un buen resultado de beneficios porque ha realizado un cuantioso volumen de ventas pero si estas ventas no han sido cobradas o incluso existe riesgo de mora, la liquidez del negocio se verá comprometida hasta el punto de poder significar su cierre.

¿Cómo encontrar entonces el equilibrio en la liquidez?

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Factores clave de liquidez

La liquidez de una empresa depende inicialmente de la cantidad de dinero que circule por ella, pero la liquidez no se mide exclusivamente con dinero sino que todos aquellos bienes, existencias, etc, propiedad de la empresa susceptibles de convertirse rápidamente en efectivo, también forman parte de la liquidez del negocio.

Para poder averiguar si el nivel de liquidez que tiene nuestra empresa no se encuentra en peligro es importante saber analizar determinados factores.

¿En qué nos debemos de fijar en el balance de la empresa para determinar su liquidez?

Tesorería

Esta partida refleja el resultado de todas las operaciones relacionadas con flujos monetarios también llamados flujos de caja. Incluye todos los ingresos y cobros que se producen como consecuencia de la actividad ordinaria de la empresa así como también los que proceden de los pagos; a proveedores, bancos, etc. En definitiva, la tesorería refleja todos los movimientos de salida y entrada de dinero de caja.

El importe de tesorería debe rondar el punto de equilibrio ya que si es muy bajo es posible que la empresa esté en un problema y si es muy alto no se está aprovechando todo su potencial para general rentabilidad.

Saldos de clientes

En este punto es importante fijarse en el saldo de «clientes pendientes de cobro». Este es uno de los mayores problemas en la actualidad y sin duda el que aboca a muchos negocios a su fin. Las ventas que no se cobran a tiempo implican que la empresa ha tenido que pagar recursos para llevarlas a cabo, tirando de su fuente de liquidez sin reponerla después.

Existencias

Las existencias pueden considerarse parte de la liquidez si se pueden vender en un plazo corto de tiempo y convertirse en dinero. Es fundamental entonces poner el foco en su pronta salida. Si el dinero se inmoviliza en existencias que tardan en venderse, se estancará y por lo tanto perderá valor. Muchas empresas hoy día apuestan por reducir al mínimo su cantidad de stocks y agilizar todos los procesos para que su ciclo productivo fluya.

Una vez analizados estos tres factores, debemos reflexionar los resultados y trazar los planes estratégicos necesarios para mejorarlos.

Fondo de Maniobra: la guinda final para conocer la liquidez

La diferencia entre el activo circulante y el pasivo circulante nos dará como resultado el Fondo de Maniobra o Fondo de Rotación que es la capacidad que tiene el negocio para hacer frente a sus pagos a corto plazo, y además seguir invirtiendo en recursos y adquisiciones propias del negocio, es decir, mide si el nivel de liquidez es óptimo y asegura su continuidad.

Se dice que una empresa tiene un Cash Flow saneado cuando tiene la capacidad para generar liquidez pudiendo atender a sus pagos más inmediatos a través de un volumen óptimo de tesorería.

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Fuentes de Financiación

Las fuentes de financiación externas son un recurso necesario para que cualquier empresa desarrolle su ciclo de explotación con normalidad. Además de las clásicas como las que proceden de entidades bancarias tradicionales o de subvenciones estatales, hoy en día contamos con fuentes de financiación Fintech. Entre ellas se encuentra el Crowdfunding o financiación colectiva y también la posibilidad de financiar operaciones comunes como el anticipo de facturas, confirming, descuento de pagarés, etc, que ofrece Finanzarel.

Una de sus mayores ventajas es la agilidad en los tiempos, que contribuye a que la liquidez del negocio fluya. En tan solo 24 horas es posible tener en cuenta el importe de la factura que se necesita adelantar, el pagaré que se quiere descontar o la operación de confirming para proveedores.

La financiación con recursos propios también es relevante para la empresa ya que procede de los beneficios que se han obtenido y no han sido distribuidos o de las reservas del balance. Un recurso muy utilizado para financiarse de forma interna es aplazar el pago a proveedores para así contar con el tiempo suficiente para vender y cobrar las mercancías obteniendo así liquidez.

Existe la posibilidad de realizar un confirming a provedores mediante Fintech para así garantizarles a ellos el cobro y que no tengan que esperar al cumplimiento del plazo, posicionarse como un cliente de confianza e incluso exigirles un considerable descuento por pronto pago.

Resulta crucial analizar todos estos datos por parte de los responsables para trazar estrategias que favorezcan un equilibrio en la liquidez de la empresa.

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay
 

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