La evaluación de la salud financiera de una empresa proporciona a sus responsables las claves para tomar decisiones acertadas que garanticen su presente y futuro dentro del entramado comercial. Identificar las áreas con puntos débiles es fundamental para diseñaer estrategias efectivas que conduzcan a su viabilidad.
¿Por qué se debe medir la salud financiera de una empresa?
Sin conocer el estado real de las cuentas de nuestra empresa es imposible tomar las decisiones adecuadas para su supervivencia en el mercado. La información sobre la situación económica de la misma es vital tanto para atraer inversores como para obtener préstamos de otras entidades (como pueden ser las plataformas de financiación alternativa).
Si la salud financiera no es buena, la empresa tendrá dificultades para pagar las deudas, mantener a sus empleados o invertir en nuevas tecnologías que le permitan expandirse en el futuro. Con un negocio saludable es posible establecer objetivos financieros a corto y medio plazo y elaborar estrategias eficaces para que estos se cumplan.
Indicadores para conocer la salud financiera de una empresa
Existen varios indicadores para medir la salud financiera de una empresa. Destacamos algunos:
- El flujo de caja, que por lógica deberá ser positivo.
- El equilibrio adecuado entre los ingresos y los gastos.
- La buena rentabilidad y tener un margen de beneficio suficiente que permita afrontar gastos imprevistos.
Flujo de caja
El flujo de caja hace referencia a los recursos que genera la empresa: ingresos por ventas, gastos de operación e inversiones en activos fijos. Proporciona información esencial sobre la liquidez y solvencia de la misma.
Hay varios tipos:
- Flujo de caja operativo. Mide el efectivo que una empresa genera a través de sus operaciones regulares: ventas de servicios o mercancías, los gastos de venta y los administrativos, etc.
- Flujo de caja de inversión. A través de él se mide el dinero que ha entrado y salido de la empresa por las inversiones en activos fijos y otros activos no corrientes.
- Flujo de caja de financiación. Tiene en cuenta las inversiones financieras de la empresa relacionadas con su actividad: pago de los créditos o el efectivo recibido por la emisión de acciones.
- Flujo de caja libre. El efectivo que la empresa tiene después de que esta pague sus gastos operativos y de inversión.
Control de ingresos y gastos
Para medir el equilibrio financiero de una empresa hay que determinar los costes fijos y los variables, y también establecer el precio de venta del bien o servicio, que debe ser superior al coste de producción y de distribución. Los fijos son los arrendamientos, las nóminas, el pago de seguros, etc. Los variables equivalen al volumen de ventas de la empresa.
El balance
Muestra los activos, pasivos y el patrimonio neto de la empresa en un momento determinado, permitiendo evaluar la solidez financiera de la misma. Gracias a este se pueden identificar las áreas con más problemas en la salud financiera de una empresa, sirviendo de punto de partida para tomar las medidas correctoras más adecuadas.
Ratios para evaluar la salud financiera
- De liquidez. Ratios que miden la capacidad de pago de una empresa.
- De rentabilidad. Para calcular las rentabilidades de la empresa es preciso conocer los datos de la cuenta de pérdidas y de ganancias. El ROE (Rentabilidad financiera) mide la rentabilidad media obtenida por la empresa mediante su actividad, a partir de los fondos propios. Se calcula dividiendo el Beneficio Neto (BN) sobre los Fondos propios debidamente promediados. El ROA o ROI mide capacidad de los activos de una empresa para generar valor.
- De endeudamiento. Calcula la proporción de la deuda en relación con los activos y el patrimonio neto de la empresa. Se calcula dividiendo el total de la deuda de la empresa entre el pasivo total.
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