La Asociación Española de FinTech e InsurTech (AEFI) ha publicado recientemente el Libro Blanco de FinTech 2.0, un documento que ofrece un análisis detallado sobre la situación actual del ecosistema FinTech en España. Además de examinar sus desafíos y oportunidades, el informe propone una serie de estrategias clave para superar las barreras que limitan su desarrollo. Estas son algunas de las medidas esenciales que, de aplicarse, contribuirían significativamente a fomentar la innovación y el crecimiento del sector en el país.
Ocho medidas para impulsar el sector fintech
El colapso financiero de 2008 marcó un punto de inflexión en el sector financiero, propiciando el auge de empresas tecnológicas conocidas como FinTech. Estas compañías han transformado radicalmente la oferta de productos y servicios financieros gracias a su agilidad, capacidad de innovación y rápida adaptación al mercado. Al desafiar los modelos tradicionales del sistema bancario, han facilitado el acceso a soluciones como pagos digitales, inversión automatizada y financiación participativa, ampliando las oportunidades financieras para un público más diverso y global. Pero para que sigan desarrollándose es necesario implementar una serie de medidas. Estas son algunas de ellas.
Simplificación de procesos para licencias y autorizaciones
Uno de los retos clave para el crecimiento del sector FinTech es la simplificación de los procesos administrativos vinculados a la obtención de licencias y autorizaciones. Para ello, es esencial que los organismos reguladores, en coordinación con el supervisor financiero, establezcan criterios claros y uniformes que faciliten el registro y la concesión de permisos. Esto permitiría reducir tiempos y costes, eliminando trabas burocráticas que dificultan la incorporación de nuevas empresas al mercado. Una mayor eficiencia en este ámbito posibilitará que las FinTech concentren sus recursos en la innovación y el desarrollo de soluciones tecnológicas.
Fomento de la educación financiera
El desconocimiento sobre gestión financiera contribuye a problemas como el sobreendeudamiento o la compra de productos de alto riesgo. Para mitigar estos desafíos, es necesario implantar programas educativos desde edades tempranas que formen a las futuras generaciones en el manejo responsable de sus finanzas. Una medida efectiva sería la creación de una asignatura específica dentro del currículo de Educación Secundaria Obligatoria, impulsada por el Ministerio de Educación en colaboración con los Ministerios de Economía y Transformación Digital. Este programa debería incluir formación sobre amenazas en redes sociales y la publicidad de productos financieros sin respaldo profesional.
Fortalecimiento de la colaboración público-privada en servicios financieros
Una relación fluida entre el sector público y el privado es clave para consolidar un ecosistema FinTech robusto. Es necesario desarrollar mecanismos que fomenten una interacción efectiva entre las entidades financieras, los reguladores y la administración pública. Esto implica la apertura de canales de comunicación directa que faciliten procesos como el pago de impuestos o la contratación de servicios públicos mediante plataformas digitales. Estas iniciativas promoverán la inclusión financiera y contribuirán a la creación de un mercado unificado y competitivo.
Eliminación de barreras para la constitución de entidades colaboradoras
Actualmente, la normativa limita el acceso de ciertas empresas nacionales y extranjeras a operar como «entidades colaboradoras» dentro del ecosistema financiero. Esto restringe la participación de nuevos actores innovadores y dificulta su acceso a infraestructuras clave, como el Sistema Nacional de Compensación Electrónica (SNCE). Eliminar estas barreras permitiría que más empresas FinTech puedan ofrecer sus servicios, lo que fomentaría la competencia, ampliaría la oferta de productos financieros y aceleraría la modernización del sector.
Regulación para la protección e identificación de usuarios
Otra de las medidas para impulsar el crecimiento del sector FinTech es la de garantizar la seguridad y protección de los usuarios. Es imprescindible establecer un marco regulatorio que asegure una identificación fiable en todas las plataformas, desde servicios de pago hasta inversiones. La implementación de tecnologías como la autenticación biométrica y sistemas de validación digital sería clave para ofrecer experiencias seguras y confiables. Una regulación sólida en este sentido no solo protegerá a los consumidores, sino que también generará mayor confianza en los servicios FinTech, impulsando su adopción masiva.
Impulso a un marco regulatorio adaptado a la transformación digital
La innovación en el sector financiero requiere una regulación flexible y actualizada que fomente la incorporación de tecnologías disruptivas como blockchain, inteligencia artificial y big data. Un marco normativo que respalde estas herramientas facilitará nuevas oportunidades de negocio sin comprometer la estabilidad del sistema financiero. Este enfoque hará que España se posicione como un referente en tecnologías aplicadas al sector financiero.
Revisión de los costes regulatorios
Los costes regulatorios pueden representar una barrera para la entrada de nuevas empresas FinTech en el mercado. Es fundamental revisar y ajustar estos costes para que sean proporcionales a la capacidad económica de las startups y empresas emergentes. Una regulación más equilibrada favorecerá la competitividad, permitirá un uso eficiente de los recursos y estimulará la innovación sin que el cumplimiento normativo sea una carga excesiva.
Promoción de la transparencia y el diálogo entre FinTech, reguladores y legisladores
Un ecosistema FinTech sólido requiere una comunicación constante entre empresas, reguladores e instituciones públicas. La creación de mecanismos de retroalimentación y coordinación permitiría una supervisión más precisa y adaptada a las necesidades del mercado. Un modelo basado en el principio de Twin-Peaks, que separa la supervisión prudencial de la de conducta, podría ser clave para garantizar una regulación más eficiente y coherente, beneficiando tanto a las empresas como a los consumidores.