El hecho de que en la actualidad  las empresas se estén encontrando con serias dificultades a la hora de obtener financiación hace que tengan que optimizar la gestión de sus propios recursos con el objetivo de reducir sus necesidades de Working Capital o Capital Circulante. Para ello es esencial mejorar la gestión y el análisis de los elementos que conforman dicho Working Capital para evitar que se produzcan “tensiones de liquidez”. Clientes, proveedores e inventarios son fundamentales a la hora de financiarse.

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Tener unos mecanismos que controlen tanto la situación actual de liquidez como las

previsiones de ésta son vitales para el futuro del negocio, siendo éste un punto clave de la viabilidad financiera de cualquier empresa.

 

 
A pesar de esta trascendencia de la tesorería, las empresas se han focalizado en la captación de clientes y en el incremento de ventas, sin reparar en los desfases o desviaciones entre el plazo de cobro a sus clientes y el plazo de pago a sus proveedores.

 

La tendencia a obtener aún más ingresos oculta una de las herramientas más útiles para definir la política de cobro y pago de la empresa. Tendremos un problema si pagamos a los proveedores a 30 días cuando cobramos a 100, así que lo más adecuado sería mantener una proporción adecuada entre estos dos plazos. Hay muchas empresas que no equilibran este desfase temporal y, por tanto, dependen de financiación para suplir la diferencia.

 

Aunque depende del negocio del que estemos hablando, las “Cuentas a cobrar” (ciclo de ventas) es una de las principales partidas que afectan al Working Capital.

 

Para los plazos de cobro, el objetivo es reducirlos en tanto que el coste de la financiación necesaria para cubrirlos no suponga un gran impacto en la caja. Una buena estrategia sería seleccionar a los clientes que generen más margen o incluso llegar a disminuir ventas de algún tipo de clientes para no impactar en la tesorería.

 

Con Finanzarel podemos minimizar el problema del plazo de cobro, puesto que la empresa que descuenta el efecto en nuestro Marketplace recibe el valor del efecto comercial inmediatamente, con un coste competitivo.
 
Los plazos de cobro se tienden a alargar si no hay una buena gestión de los mismos, y pueden provocar que una empresa con una buena cuenta de resultados pueda llegar al concurso de acreedores. Finanzarel ayuda a evitar esta situación minimizando la tasa de default mediante el cobro anticipado de los efectos.

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Respecto a los plazos de pago, no es bueno repercutir a nuestros proveedores el problema que nos causan nuestros clientes, puesto que ello redunda a la larga en problemas de calidad o relación con los mismos. Si nuestra empresa tiene un rating adecuado, podemos facilitar, a nuestros proveedores, mecanismos similares a los del “confirming”, para que puedan descontar nuestras facturas o efectos en la plataforma Finanzarel. De esta manera logramos alargar los plazos de pago sin deteriorar financieramente a nuestros proveedores.

 

Lo ideal es una relación win-to-win entre todas las partes consiguiendo unos plazos de cobro y pago adecuados a nuestra situación financiera, y optando por las soluciones alternativas como las que propone Finanzarel.
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