El año 2018 ha sido un año especialmente malo para los mercados financieros tradicionales, tanto la bolsa como la renta fija como los fondos de inversión libres (hedge funds) han mostrado un comportamiento negativo a lo largo del año. El caso ha sido especialmente sangrante para la inversión en bolsa, donde índices como el IBEX 35 se han dejado más de un 15% de su valor.
El mercado de renta fija, tampoco ha servido de refugio, el incremento de los tipos de interés ha provocado que la mayor parte de bonos hayan presentado un comportamiento negativo. Incluso la inversión en oro se ha dejado más de un 3% en el 2018.
Es importante destacar que, en el análisis de rentabilidades, no se han tenido en cuenta las comisiones que ha seguido cobrando la insaciable industria de la gestión de activos, que a pesar de sus pésimos resultados y su falta de visión en la mayoría de los casos, ha seguido cobrando religiosamente sus nada desdeñables comisiones de gestión e intermediación a costa del pobre inversor.
Para el mismo periodo, la inversión en factoring o crowdfactoring a través de Finanzarel ha ofrecido una rentabilidad neta de comisiones y de impagos del 5,89%. Sería fácil sacar pecho en un ejercicio en el que el resto de clases de activo se han comportado de forma pésima y no nos parecería del todo justo. Es por este motivo, que hemos decidido ampliar nuestro análisis y extenderlo en el tiempo, analizando la evolución de los distintos tipos de activos a lo largo de los últimos 5 años.
Podemos observar que a lo largo de los últimos 5 años, la inversión en facturas sigue siendo un activo que ofrece una rentabilidad próxima a la de la renta variable con una volatilidad muy inferior a la de la inversión en bolsa. Tan solo el tecnológico Nasdaq supera a la rentabilidad obtenida en la inversión en facturas, en unos años de clara revolución tecnológica ha marcado la pauta de dicho mercado.
No queremos decir que la inversión en facturas sea una panacea ni un activo exento de riesgo, sino que se trata de un activo alternativo que disfruta de importantes ventajas frente a otros activos como son la rentabilidad, la liquidez, la diversificación y la descorrelación con los mercados tradicionales. Y que creo que debería formar parte de toda cartera que pretenda estar bien diversificada.
Si quiere saber más no dude en contactarnos en Finanzarel.